Vol. 1. N°27 (I Semestre 2018) –Foro Científico
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Playa Ancha
Valparaíso,
Chile | e-ISSN 0718-4018 http://www.revistafaro.cl
Gabriel Dvoskin.
Universidad de Buenos Aires
gabidvoskin@gmail.com
Rocío Flax.
Universidad de Buenos Aires
rocioflax@educ.ar
Maite Martinez Romagosa.
Universidad de Buenos Aires
maite.m.romagosa@gmail.com
Federico E. Testoni.
Universidad de Buenos Aires
testonife@gmail.com
Gilda Zukerfeld.
Universidad de Buenos Aires
gilda.zukerfeld@gmail.com
Recibido: 06 de diciembre de 2017
Aceptado: 25 de junio de 2018
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Resumen •En los últimos años, la aparición de nuevas tecnologías ha provocado cambios en los modos de producción, circulación y
recepción de los discursos de los medios masivos de comunicación (Verón, 2013). Salas de chat, foros de discusión, blogs, canales de YouTube y redes sociales han despertado la idea de que cualquiera (que posea una computadora y acceso a Internet) puede decir lo que piensa. Desde las ciencias sociales, varios teóricos (Wolton, 2000; Bazerman, 2016; Bunz, 2017) sostienen que, en estos nuevos soportes, la diversidad de voces habilitadas para constituirse como locutores válidos podría generar una democratización en el acceso a la palabra, lo que posibilitaría, en principio, una mayor circulación de opiniones y posturas sobre los diferentes temas presentes en la agenda pública.
En este artículo, abordamos algunos aspectos novedosos que surgieron en la difusión de la información desde la aparición de las nuevas tecnologías de la comunicación. En particular, nos centramos en el análisis de los diarios online y los comentarios que los lectores realizan en los foros digitales de las crónicas. Proponemos como hipótesis de nuestra investigación que la posibilidad de hacer comentarios por parte de los lectores no habilita la circulación de una mayor diversidad de posturas sobre los diferentes temas de la actualidad, sino que estas “nuevas” voces y opiniones de los comentaristas ya están clasificadas de antemano por la escena discursiva configurada por cada diario, que regula los sentidos posibles que pueden adquirir los signos que aparecen en dichos comentarios.
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Palabras
clave • Análisis del discurso, escena discursiva, nuevas tecnologías, democratización, comentarios de lectores.
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Abstract • This In recent years, the development of new technologies has caused changes in the modes of production, circulation and
reception of the discourses of the mass media (Verón, 2013). Chat rooms, discussion forums, blogs, YouTube channels and social networks have introduced the idea that anyone who has a computer and Internet access can say what she thinks. From the view of social sciences, several theorists (Wolton, 2000, Bazerman, 2016, Bunz, 2017) argue that, in these new channels the diversity of voices enabled to constitute themselves as valid speakers could generate a democratization in the access to speech, that would allow a greater circulation of opinions and positions on the topics present in the public Agenda.
In this article we address some new aspects that emerged in the distribution of information since the emergence of new communication technologies. We focus in particular on the analysis of online newspapers and comments that readers make in the digital forums of the chronicles. We propose as hypothesis that the possibility of making comments as readers does not enable the circulation of a greater diversity of positions on the different current issues, but that these "new" voices and opinions of the commentators are already classified in advance by the discursive scene configured by each newspaper, which regulates the possible meanings that may be acquired by the signs that appear in the comments.
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Key Words• Discourse analysis, discursive scene, new technologies, democratization, readers’ comments.
1. Introducción
En los últimos años, la aparición de nuevas tecnologías, en particular la difusión de Internet, ha provocado cambios en los modos de producción, circulación y recepción de los discursos de los medios masivos de comunicación (Verón, 2013). Salas de chat, foros de discusión, blogs, canales de YouTube y redes sociales han despertado la idea de que cualquier persona (que posea una computadora y acceso a Internet) puede decir lo que piensa. Desde las ciencias sociales, varios teóricos (Wolton, 2000; Bazerman, 2016; Bunz, 2017) sostienen que, en estos nuevos soportes, la diversidad de voces habilitadas para constituirse como locutores válidos podría generar una democratización en el acceso a la palabra, lo que posibilitaría, en principio, una mayor circulación de opiniones y posturas sobre los diferentes temas presentes en la agenda pública.
En este artículo, exponemos un trabajo exploratorio realizado sobre una serie de aspectos novedosos que surgieron en la difusión de la información a raíz de la aparición de las nuevas tecnologías de la comunicación. En particular, nos centramos en el análisis de los diarios online y los comentarios que los lectores realizan en los foros digitales de las crónicas.
En la actualidad, la mayoría de los diarios argentinos de alcance nacional cuenta con una versión digital. La manera en que se accede a la información o se leen las crónicas por Internet se ha visto modificada en un grado importante (Zullo, 2010; Noblía, 2015). La incorporación a las noticias de una sección de comentarios publicados en la edición digital de los diarios ha introducido un cambio en la rutina de consumo de la prensa, ya que posibilitan que el consumidor pasivo se convierta en productor activo (Mancera Rueda, 2015). Este “mecanismo de participación popular” (Ruiz et al., 2010) tiende a un dinamismo en la constitución de los lugares de enunciación, en la medida en que la posición de emisor, anteriormente reservada para actores sociales con un estatus legitimado socialmente, es ahora ocupada por una mayor variedad de sujetos. Siguiendo a Noblía (2015), los comentarios refuerzan la participación de las voces de los lectores y fortalecen la identidad del medio generando un sentido de comunidad e intercambio con su audiencia, al tiempo que suponen la democratización de estas publicaciones. Sin embargo, como señala la autora, si bien los diarios requieren la participación del lector como productor de información y de opinión, se trata de información marginal a la que el medio “deja estar sin mayor control” (Noblía, 2015, p. 46).
Desde el análisis del discurso, Fairclough (1992) advertía acerca de una tendencia de cambio discursivo que se dirigía hacia una aparente democratización de los discursos, entendiendo por ello la ilusión de eliminación de las desigualdades y asimetrías en el acceso y producción discursiva.
En este artículo, indagamos, con herramientas del Análisis del Discurso, en el carácter supuestamente democratizador que traería aparejado las nuevas tecnologías en la producción y circulación de sentidos a nivel social.
Específicamente, analizamos dos crónicas periodísticas sobre el desalojo por parte de las fuerzas de seguridad de la fábrica de PepsiCo, en julio de 2017, publicadas por los diarios argentinos Perfil y Clarín en sus versiones online, y los comentarios realizados por los lectores en el foro de dichas notas. Proponemos como hipótesis de nuestra investigación que, en nuestro corpus de análisis, la posibilidad de hacer comentarios por parte de los lectores no habilita la circulación de una mayor diversidad de posturas sobre los diferentes temas de la actualidad, sino que estas “nuevas” voces y opiniones de los comentaristas ya están clasificadas de antemano por la escena discursiva configurada por cada diario, que regula los sentidos posibles que pueden adquirir los signos que aparecen en dichos comentarios.
El Análisis del Discurso se presenta como un camino provechoso no sólo para entender de un modo más acabado el funcionamiento ideológico del uso del lenguaje a través de conocer los fundamentos sociales que determinan su actividad, sino también, y principalmente, como una vía de acceso privilegiada para el estudio de la construcción social de la realidad (Verón, 1986). Desde esta perspectiva, nos proponemos contribuir desde el Análisis del Discurso al estudio de la producción y circulación social del sentido en los medios masivos de comunicación, con el objetivo de complementar las líneas de investigación desarrolladas por otras disciplinas sobre estos fenómenos.
1.1 Corpus y contexto histórico
Nuestro corpus está conformado por dos crónicas y treinta y un comentarios realizados por los lectores en el foro de dichas notas, presentes en las versiones online de los diarios Perfil y Clarín, el día 13 de julio de 2017. Estas crónicas trataron el desalojo por parte de las fuerzas de seguridad de la fábrica de PepsiCo y fueron tituladas "Desalojo en PepsiCo: incidentes dejaron 5 detenidos y varios heridos" (Perfil) y "Terminó el desalojo de la planta de PepsiCo: incidentes y detenidos" (Clarín). Elegimos este hecho porque dio lugar a la manifestación de diversas posturas y explicaciones sobre los sucesos e involucró a distintos actores sociales y una variedad de clasificaciones sobre ellos (Trew, 1979). El conflicto laboral que seleccionamos se desarrolló entre los meses de junio y julio de 2017 en Buenos Aires, a raíz de que la empresa multinacional PepsiCo Argentina había decidido cerrar una de sus plantas, donde trabajaban 691 personas. Los trabajadores ocuparon el establecimiento como parte de una serie de medidas de protesta. Transcurridas dos semanas de la toma de la planta, la jueza a cargo del caso ordenó el desalojo que llevó adelante la Policía bonaerense y la Gendarmería Nacional y terminó con varios heridos y denuncias de represión policial . El conflicto se suma a los numerosos despidos en el ámbito público y privado que se reportan en el 2017 en la Argentina. Además, es importante señalar que durante las semanas en que se extendió el conflicto, comenzó la campaña electoral para las elecciones primarias, que definirían los candidatos habilitados para presentarse en las elecciones legislativas que se llevarían a cabo en octubre de 2017 . En el marco de esta elección, la primera desde que Mauricio Macri asumiera la presidencia, y, en particular, con la candidatura de la ex presidenta Cristina Fernández, la polarización política (Vommaro y Gené, 2017) entre defensores y detractores del gobierno nacional actual y el de Fernández estuvo muy presente en la agenda pública. Si bien se publicaron otras noticias durante los dos meses de ocupación de la fábrica, seleccionamos la crónica del desalojo porque consideramos que en estas situaciones se pone en cuestión el orden social establecido y, por lo tanto, en los comentarios se diferencian posturas a favor y en contra de la medida.
Retomamos la caracterización de Noblía (2015) del género “comentario” como intercambios interactivos asincrónicos que se organizan en una línea de tiempo según el orden de llegada. Estos tienen como punto de partida el texto de la noticia y un espacio habilitado para comentar. Además, la plataforma habilita que cada comentario que ingresa puede ser respondido de manera general o dirigida puntualmente a algún interlocutor. No todos los diarios tienen habilitada una sección de comentarios y aquellos que la tienen se reservan el privilegio de decidir cómo administrarla: si cualquiera puede participar anónimamente; si debe poner un nombre (real o inventado); si debe registrarse en el portal del diario para poder leer y escribir comentarios o debe acceder desde una red social, como por ejemplo, Facebook. En casos de noticias particularmente sensibles, el diario puede eliminar esta sección. En algunos medios el comentario es publicado de manera inmediata y en otros pasa por una moderación que decidirá si es publicable.
Si bien los medios elegidos para este trabajo tienen ambos una versión en papel, sus versiones digitales se encuentran entre los diez sitios de noticias más visitados del país, de acuerdo con el informe presentado por la medidora ComScore en 2017 .
El diario Clarín, fundado en 1945, lanzó su versión digital en el año 1995 y, en la actualidad, está en el tercer lugar de los periódicos digitales más consultados del mundo. El diario Perfil, en cambio, se lanzó por primera vez en el año 1998 en versión digital y fue el primer diario argentino publicado primero en la web y luego en papel .
Existen numerosos trabajos (Oszlak, 2003; Mastrini, 2005; Natanson, 2014, entre otros) que exploran cómo el entramado institucional opera sobre los discursos, sin embargo, como mencionamos en la introducción, nuestro trabajo se propone partir del análisis de los textos (tanto de las crónicas como de los comentarios) para luego dar cuenta de la construcción de las posiciones de enunciación de los periódicos.
Marco teórico
Nuestra investigación parte de poner en cuestionamiento dos mitos fuertemente arraigados en el sentido común en relación con el funcionamiento discursivo. El primero es aquel que postula que “hablando se entiende la gente”, idea sustentada sobre la premisa de que el uso del lenguaje cumple fundamentalmente una función referencial, al servicio de la transmisión de informaciones entre los interlocutores. Detrás de esta idea se encuentra la concepción del lenguaje como un instrumento que meramente describe un mundo que le es exterior y preexistente. Sin embargo, al utilizar el lenguaje, no sólo reflejamos el mundo que nos rodea sino que, a la vez que nombramos ese mundo, lo clasificamos, le otorgamos valores, construimos una determinada concepción del mundo: una ideología (Voloshinov, 2009). El lenguaje y la ideología están, así, indisolublemente ligados: no se puede concebir un sujeto sin lenguaje ni lenguaje sin ideología. Por lo tanto, si bien utilizamos el lenguaje para comunicarnos, para transmitirnos informaciones, también constituye un instrumento de control y de manipulación (Hodge y Kress, 1979, Fairclough, 2014; van Dijk, 2008, 2015).
El segundo mito que nos interesa cuestionar remite al carácter democrático del uso del lenguaje: no es cierto que seamos libres de decir cualquier cosa en cualquier momento y lugar. No es necesario vivir bajo un régimen dictatorial para que ciertos enunciados no puedan ser pronunciados, para que ciertos sentidos resulten inhabilitados para circular en determinadas circunstancias o para determinados sujetos. Como señala Bourdieu (2001), los bienes simbólicos son escasos debido a que están sujetos a una formación social, por lo que son contingentes y están en constante movimiento y tensión. Estos sentidos se manifiestan materialmente en los discursos que circulan a nivel social, que si bien varían en número de una sociedad a otra, nunca pueden ser infinitos (Verón, 1993).
Seguimos a Pêcheux al considerar que esta red de discursos que circula en una sociedad, a la que denomina “interdiscurso” (2010: 149), no es homogénea, sino que está organizada en regiones que conforman formaciones discursivas, cada una de ellas caracterizada por las posiciones de sujeto en las que inscriben a los individuos así como también por habilitar determinados signos y valoraciones, y clausurar otros. Desde esta perspectiva, no es el sujeto el origen del sentido del enunciado, sino que este sentido está determinado, en gran medida, por la posición en la que se inscribe el sujeto -de manera inconsciente, interpelado por la ideología- al enunciar.
Las diferentes formaciones discursivas no tienen el mismo grado de legitimación y estatus en una sociedad: estas mantienen entre sí relaciones de fuerza (dominancia, sometimiento, resistencia), fenómeno que genera que haya signos y valoraciones más prestigiosos y difundidos que otros. A su vez, no todas las personas tienen acceso a las mismas posiciones de sujeto y, por lo tanto, a los mismos signos y valoraciones, sino que esta distribución desigual responde a factores que exceden las competencias lingüísticas y abarca fenómenos de índole político, histórico, social, económico, cultural, etc.
Tomando como base estos conceptos teóricos, en este artículo, analizamos las escenas discursivas configuradas en los diarios Clarín y Perfil sobre el desalojo de la fábrica de PepsiCo, esto es, qué actores sociales participan de los eventos relatados, cómo son clasificados, con qué tipos de procesos están asociados y qué roles cumplen, de modo de establecer los signos y las valoraciones que circulan. De esta manera, pretendemos analizar en qué medida estos espacios novedosos de circulación de sentidos generados a partir de la aparición de nuevas tecnologías habilitan que nuevos actores sociales participen de la producción de sentidos.
El funcionamiento de los medios masivos de comunicación ha sido ampliamente estudiado desde diversas corrientes del Análisis del Discurso (Pardo Abril, 2008, 2013; van Dijk, 2008, 2015). En este artículo, proponemos una perspectiva teórico-metodológica complementaria con las anteriormente mencionadas para profundizar nuestros conocimientos sobre la circulación de sentidos en los medios masivos a partir de la introducción de las nuevas tecnologías.
Metodología
Nuestra metodología de análisis se apoya en la idea de que sólo conociendo el interdiscurso (Pêcheux, 2010) podemos dar cuenta de las valoraciones de los signos que aparecen en un texto individual. Es este conocimiento lo que nos permite explicar el campo de efectos de sentidos posibles de un texto (Verón, 1993) y, paralelamente, por qué otras interpretaciones resultan imposibles (Raiter, 1999), ya sea porque son absurdas, utópicas o, simplemente, impensables en un momento histórico determinado. Para ello, analizamos los textos que componen nuestro corpus desde dos perspectivas complementarias: una textual y otra discursiva.
Desde una perspectiva textual, tomamos el texto como un hecho empírico, un producto terminado, y abordamos dos tipos de fenómenos: la forma de los enunciados y el dispositivo de enunciación (Zullo, 2016).
En el nivel del enunciado, analizamos la función ideativa del lenguaje, esto es, el lenguaje en tanto representación del mundo (Halliday, 2004). Para ello, segmentamos los textos en cláusulas, identificadas a partir de la aparición de una predicación (Menéndez, 2006) y analizamos cómo son clasificados los actores sociales que aparecen, de qué tipo de procesos participan y qué roles temáticos desempeñan. Seguimos la propuesta de la Lingüística Crítica (Hodge y Kress, 1993), que reconoce dos tipos de modelos a partir de los cuales se representa el mundo: el modelo accional y el relacional.
Para el presente artículo, nos focalizamos exclusivamente en el modelo accional, en el que aparecen tres tipos de procesos: transactivos, que incluye dos participantes, de los cuales uno es el que realiza la acción, el agente, y el otro, quien se ve afectado por las consecuencias de esta acción, el paciente (Los efectivos cortaron el tránsito); no transactivos, que consisten de un solo participante, que o bien puede ser un agente, quien realiza la acción de forma voluntaria, o bien puede ser un experimentante, en cuyo caso el proceso no se realiza ni consciente ni voluntariamente por el participante (La Policía ingresó al lugar); y pseudotransactivos, que, más allá de la estructura superficial transitiva, en su estructura profunda presentan un único participante, que bien puede cumplir el rol de agente o el de experimentante, y son aquellos procesos que involucran acciones relacionadas con el pensamiento, los sentimientos y el decir –este último, cuando el acto verbal no tiene una consecuencia material sobre un segundo participante, dado que de lo contrario, se trataría de un proceso transactivo (Los miembros de la comisión interna de la planta anunciaron la toma de la fábrica).
Estos modelos constituyen, según Hodge y Kress, las formas básicas de los enunciados. Sin embargo, los hablantes no sólo utilizamos estas estructuras. Por el contrario, el uso del lenguaje suele presentar formas más complejas producto de una serie de operaciones (borramiento, sustitución, combinación o reordenamiento de sintagmas o partes de los mismos) sobre los enunciados básicos, a las que llaman “transformaciones” (1993: 16). Las principales transformaciones que puede sufrir la forma básica de un enunciado son las siguientes:
En aquellos casos en los que nos encontramos con este tipo de operaciones, procuramos reponer la forma básica del enunciado en la medida en que nos fue posible por el contexto discursivo.
En una segunda etapa, analizamos del dispositivo de enunciación (Verón, 2008), dimensión que comprende las imágenes de quien enuncia y las de sus destinatarios, así como las relaciones que se establecen entre ellos. Para ello, nos centramos en aquellas marcas textuales sobre las cuales se apoya, según Benveniste (2010), la construcción de la subjetividad: los pronombres personales. En este nivel de análisis, decidimos abordar exclusivamente la sección de los comentarios, debido a su carácter novedoso, en oposición a las crónicas periodísticas, que presentan un dispositivo de enunciación fuertemente cristalizado por el género (Moyano, 2007).
Por otro lado, desde un enfoque discursivo (Pêcheux, 2010; Verón, 1993), tomamos los textos como eslabones en la cadena discursiva con el objetivo de analizar los mecanismos de significación que se ponen en juego al considerar el lugar que ocupan en la red a la que se integran y de la que forman parte. En este momento del análisis, remitimos los textos a las diferentes formaciones discursivas que los atraviesan y establecimos las relaciones de dominancia y subordinación que mantienen entre sí (Orlandi, 2012). De este modo, conformamos las escenas discursivas (Pérez, 2003) configuradas en los diarios Clarín y Perfil en relación con el desalojo de los trabajadores de la fábrica de PepsiCo y de los comentarios producidos a raíz de estas crónicas: cuáles son los posicionamientos discursivos que se traen a escena, cuáles son las posiciones de sujeto en las que se inscriben los diferentes locutores para abordar el tema y cuáles son los sentidos que estas posiciones habilitan y cuáles otros, simultáneamente, quedan clausurados.
2.1 Nivel del enunciado
2.1.1 Clarín
La crónica de Clarín cuenta con 93 cláusulas, de las cuales 89 corresponden al modelo accional. Los cuatro actores sociales que tienen mayor frecuencia de aparición son: 1) las fuerzas de seguridad, 2) los trabajadores de PepsiCo, 3) los políticos de izquierda y 4) los empresarios de PepsiCo. El resto de los actores sociales -“referentes gremiales, militantes de organismos de derechos humanos, partidos de izquierda, vecinos de la zona y otros empleados pertenecientes al gremio”, “el Gobierno de la Provincia”, “el fiscal Larramendi”, “la jueza Andrea Rodríguez Mentaste”- es representado en una sola ocasión y, por ello, no los consideramos como participantes relevantes en la configuración de esta crónica periodística:
Tabla 1
Actores sociales Clarín
Rol |
Fuerzas de seguridad |
Trabajadores de PepsiCo |
Políticos de izquierda |
Empresarios de PepsiCo |
Agente explícito |
13 |
16 |
7 |
6 |
Paciente explícito |
1 |
11 |
0 |
1 |
11 |
17 |
1 |
6 |
|
Paciente implícito |
7 |
7 |
0 |
2 |
Principales actores sociales y su distribución temática en la crónica periodística del diario Clarín
Como se puede observar en la tabla 1, los dos participantes con mayor agentividad son los trabajadores y la policía. Sin embargo, hay una diferencia notable con respecto a su rol como participantes pacientes. La policía solo es paciente explícito en una ocasión y los trabajadores en once.
En el apartado de metodología, explicamos que uno de los efectos de las transformaciones es la eliminación de los participantes asociados a los procesos y/o la imposibilidad de determinar cuál es el vínculo de un participante con el proceso transformado:
En este sentido, si bien las acciones que generan una mayor afectación sobre otro actor social realizadas tanto por la policía como por los trabajadores se construyen a partir de una nominalización o pasivización, encontramos más casos de transformaciones de acciones realizadas por los trabajadores. Si bien, en los ejemplos 2 y 3, no aparece el agente de “golpe” o “heridos”, el único paciente de acciones violentas es una mujer policía y se clasifica a policías y gendarmes como poseedores de heridas leves. De esta manera, la mitigación (Lavandera, 1985) producida a partir de las operaciones de transformación inducen a la inferencia de que la violencia provino sólo de parte de los trabajadores.
Por otro lado, es llamativo el lugar que la crónica de Clarín construye para los políticos de izquierda. Dentro del conflicto laboral encontramos a los obreros y la patronal. La policía se presenta como fuerza represiva debido a una orden de desalojo. En este cuadro de sucesos, no es un dato menor que el diario construya como el tercer participante con mayor grado de agentividad (luego de los trabajadores y las fuerzas de seguridad y con más apariciones que la empresa) a los políticos de izquierda. Además, son los únicos participantes cuya voz se recupera a través del discurso referido directo .
Con respecto al nivel de responsabilidad de la empresa, observamos que las acciones en las que los empresarios de PepsiCo ocupan el rol de agente y que recaen sobre la fábrica o los trabajadores, y que serían la causa de los reclamos de estos últimos, están nominalizadas. Por ejemplo:
Por el contrario, los procesos que resolverían el conflicto tienen como agente explícito a la empresa:
La diferencia en la manera en que Clarín construye a los actores sociales representados se puede observar también en el tipo de procesos verbales que les adjudica:
Tabla 2
Discurso referido Clarín
Actor social |
Verbos introductorios |
Total: 9 |
Los trabajadores |
Reclamar |
1 |
Un grupo de manifestantes |
Cantar |
1 |
Los empleados despedidos |
Denunciar |
1 |
Los miembros de la comisión interna |
anunciar/ protestar |
2 |
Zamora |
Decir |
1 |
La empresa Pepsico |
argumentar/ anunciar (x2) |
3 |
Actores sociales cuyas palabras son retomadas en la crónica periodística del diario Clarín y los verbos introductorios de su discurso referido
Tanto la postura de “los trabajadores”, de “un grupo de manifestantes”, de “los empleados despedidos” como de “los miembros de la comisión interna” son incluidas en la crónica mediante verbos como reclamar, protestar o denunciar, que clasifican a quien realiza dichos actos de habla en una posición de inferioridad, producto de su condición de víctimas. Esta clasificación de inferioridad se torna aún más notoria al observar los verbos que introducen las voces de los responsables de los despidos y del desalojo. Por ejemplo, con respecto a los empresarios, el verbo argumentar supone una reflexión previa de parte del participante (Kerbrat-Orecchioni, 1986).
Por su parte, en la sección de comentarios del diario Clarín, observamos que los cuatro actores sociales principales representados en la crónica se encuentran, en mayor o menor medida, en los comentarios, aunque con un nivel de generalidad más elevado: ya no se trata de los trabajadores de PepsiCo, sino de trabajadores en general. Lo mismo sucede con los empresarios. La diferencia con la crónica periodística radica en la aparición de otro actor social, el Gobierno nacional, tanto el actual de Mauricio Macri como el anterior de Cristina Fernández:
Tabla 3
Actores sociales comentarios Clarín
|
Fuerzas de seguridad |
Trabajadores |
Políticos de izquierda |
Empresarios |
Gobierno Macri |
Gobierno Fernández |
Agente explícito |
4 |
3 |
8 |
5 |
13 |
7 |
Paciente explícito |
1 |
6 |
2 |
2 |
6 |
1 |
Agente implícito |
1 |
1 |
1 |
16 |
6 |
1 |
Paciente implícito |
1 |
6 |
0 |
1 |
2 |
0 |
Principales actores sociales y su distribución temática en los comentarios de lectores de la crónica periodística del diario Clarín
Un actor social al que se le otorgó mucha importancia dentro de la crónica -los políticos de izquierda-, aunque no era uno de los implicados directos en el conflicto, también es representado en varios comentarios y es considerado el culpable o responsable de los actos de violencia que se produjeron durante el desalojo:
En última instancia, los comentaristas explican el conflicto a través de una comprensión de la política en sentido acotado (una cuestión de políticos, partidos en competencia, corrupción, etc.) donde las responsabilidades se distribuyen entre el gobierno actual, el gobierno pasado y los partidos de izquierda.
2.1.2 Perfil
La crónica de Perfil es significativamente más breve que la de Clarín: tiene 54 cláusulas, de las cuales 50 corresponden al modelo accional. Los tres actores sociales que mayor frecuencia de aparición tienen son: 1) las fuerzas de seguridad, 2) los trabajadores de PepsiCo y 3) los empresarios de PepsiCo. El resto de los actores sociales -“[Mauricio] Macri”, “[la gobernadora María Eugenia] Vidal” , “La jueza Andrea Rodríguez Mentaste”, “agencia [de noticias] DyN”- aparece en una sola ocasión por lo que no los tuvimos en cuenta para nuestro análisis:
Tabla 4
Actores sociales Perfil
|
Las fuerzas de seguridad |
Los trabajadores de PepsiCo |
Empresarios de PepsiCo |
Agente explícito |
10 |
7 |
6 |
Paciente explícito |
- |
10 |
- |
Agente implícito |
8 |
5 |
8 |
Paciente implícito |
- |
5 |
- |
Principales actores sociales y su distribución temática en la crónica periodística del diario Perfil
Destacamos que aquí no aparecen los partidos de izquierda, que en la crónica de Clarín eran representados como actores importantes dentro del conflicto. Como puede observarse a partir de la tabla 4, las fuerzas de seguridad son el actor social que más frecuentemente es representado como agente. Esto supone una segunda divergencia con la crónica de Clarín.
Existen diferencias significativas en el tipo de procesos en que los actores sociales son representados como agentes. La policía realiza procesos transactivos (que recaen sobre los trabajadores y la fábrica) y no transactivos (relativos a los desplazamientos del operativo); la empresa es representada en el rol agentivo mayoritariamente en procesos transactivos (4 de 6); mientras que los trabajadores son agentes mayoritariamente en procesos pseudotransactivos (en 5 de 7). Por otra parte, solo los trabajadores aparecen como pacientes explícitos. En este sentido, los agentes de procesos que implican violencia parecen estar constituidos solo por las fuerzas de seguridad y los únicos que podrían ser pacientes de esa violencia son los trabajadores, al contrario de lo que se desprendía de la crónica de Clarín.
El alto porcentaje de procesos transformados en que la agentividad recaería sobre la empresa -57% de las cláusulas que tienen a PepsiCo como agente- dificulta, para el lector, la recuperación de la responsabilidad de la misma en el conflicto. Esto resulta claro, por ejemplo, en las cláusulas que tienen a la fábrica, en tanto espacio donde se desarrolla el conflicto, como paciente:
En los ejemplos 7 y 8, la empresa es la responsable de la acción que afecta a la planta, aunque no hay elementos sintácticos que permitan reponerla como agente. Resulta especialmente interesante el último proceso transformado: la ubicación de la fábrica es uno de los motivos esgrimidos por “la empresa” como justificación para el cierre de la misma. Las nominalizaciones (“cierre”, “ubicación”) y la pasivización (“fue cerrada”) mitigan la contradicción en los hechos: la empresa cerró la fábrica porque la había ubicado en un lugar que reconoce como inadecuado. Al igual que en la crónica de Clarín, es llamativo que la empresa sea agente explícito en procesos relativos a la solución del conflicto.
Con respecto a los procesos verbales asociados a los actores sociales representados, observamos una primera diferencia con Clarín en el hecho de que no refieren el discurso de los grupos de izquierda:
Tabla 5
Discurso referido Perfil
Actor social |
Verbos introductorios |
Total: 7 |
Camilo Mones, delegadocom.Int |
Advertir |
1 |
Los miembros de la com. Int. |
Anunciar |
1 |
lostrabajadores de PepsiCo |
reclamar/ protestar |
2 |
La empresa |
argumentar/ anunciar (x2) |
3 |
Actores sociales cuyas palabras son retomadas en la crónica periodística del diario Perfil y los verbos introductorios de su discurso referido
Por otro lado, en relación con los verbos introductorios, si bien la empresa “argumenta” y “anuncia”, al igual que en Clarín, los trabajadores no sólo “protestan” y “reclaman”, sino que también “advierten”, acto de habla que les otorga cierto poder para actuar, en este caso, amenazar, lo que los desplaza, aunque sea momentáneamente, de su condición de víctimas.
En el caso de los comentarios de Perfil,encontramos representados a los mismos actores sociales que en los comentarios de Clarín:
Tabla 6
Actores sociales comentarios Perfil
|
Fuerzas de seguridad |
Trabajadores |
Políticos de izquierda |
Empresarios |
Gobierno Macri |
Gobierno |
Agente explícito |
1 |
10 |
8 |
5 |
7 |
2 |
Paciente explícito |
1 |
6 |
2 |
- |
1 |
3 |
Agente implícito |
1 |
1 |
3 |
7 |
3 |
1 |
Paciente implícito |
- |
4 |
- |
- |
- |
- |
Principales actores sociales y su distribución temática en los comentarios de lectores de la crónica periodística del diario Perfil
En la tabla se puede observar la recurrencia de dos actores sociales que no aparecían en la crónica periodística: los políticos de izquierda y la ex presidenta Cristina Fernández. Al igual que como sucediera en los comentarios de Clarín, los comentaristas de Perfil representan el conflicto como un problema político y proponen explicaciones causales, que difieren en los agentes, pero no en los afectados. Implican una afectación del Gobierno nacional actual, del gobierno anterior o de los políticos de izquierda sobre los trabajadores:
A diferencia de la crónica, los comentaristas no construyen a la policía como un actor protagonista en el hecho, lo que se evidencia en la baja frecuencia de aparición como participante en las cláusulas. Cuando aparece, el accionar de la policía es clasificado como “represión” (en oposición a “desalojo” en el titular de la crónica periodística) y se asocia a la política del gobierno nacional.
En cuanto a los empresarios, realizan acciones para solucionar un problema concebido en clave económica, relativo a la maximización de la ganancia de la empresa. Al igual que en la crónica, no aparecen en el rol de paciente.
Si bien, en este primer nivel de análisis, pudimos observar que en los comentarios se mencionan contenidos que no aparecen en las crónicas, fenómeno que conduciría a pensar que efectivamente esta sección abre la posibilidad para que los comentaristas introduzcan signos y valores nuevos, en los próximos niveles intentaremos explicar por qué estos contenidos no son novedosos, sino que ya estaban funcionando -de forma silenciosa- en las crónicas.
2.2 Nivel de la enunciación
En este nivel nos concentramos en el análisis del dispositivo de enunciación configurado en los comentarios y en sus relaciones con las crónicas. Para ello, observamos cuáles son los lugares de enunciación que asumen los comentaristas y en qué lugar posicionan a sus destinatarios.
La siguiente tabla muestra, sobre el total de treinta y un comentarios analizados de cada diario, qué cantidad de ellos incorpora a cada una de las personas gramaticales:
Tabla 7
Personas gramaticales en comentarios de Clarín y Perfil
|
Primera Persona |
Segunda Persona |
Clarín |
9 |
11 |
Perfil |
8 |
17 |
Distribución de la primera y la segunda personas gramaticales en comentarios de las notas periodísticas de los diarios Clarín y Perfil
Observamos que cuando los comentaristas deciden explicitar el lugar desde el que enuncian o interpelar de manera explícita a su interlocutor remiten mayoritariamente a los actores sociales tematizados en las crónicas, que fueron señalados en el apartado anterior. En las tablas que siguen, mostramos cuáles son los lugares que asumen para enunciar los comentaristas y con cuáles asocian al destinatario:
Tabla 8
Enunciadores comentarios de Clarín y Perfil
|
Clarín |
Perfil |
Primera persona indefinida |
3 |
2 |
Empresarios |
0 |
2 |
Trabajadores |
0 |
1 |
Macrismo |
3 |
1 |
Kirchnerismo |
1 |
1 |
Argentinos |
0 |
1 |
Consumidores |
2 |
0 |
Lugares de enunciación que asumen los comentaristas en las notas periodísticas de los diarios Clarín y Perfil
Tabla 9
Destinatarios comentarios Clarín y Perfil
|
Clarín |
Perfil |
Segunda persona indefinida |
3 |
1 |
Empresarios |
0 |
1 |
Trabajadores |
0 |
1 |
Macrismo |
3 |
7 |
Kirchnerismo |
3 |
5 |
Izquierda |
1 |
2 |
Fuerzas de seguridad |
1 |
0 |
Lugares que los comentaristas asocian a los destinatarios en los comentarios de las notas periodísticas de los diarios Clarín y Perfil
En el caso de Clarín, podemos observar que no aparece en el dispositivo de enunciación la oposición trabajadores/empresarios que planteaba la crónica periodística. Los enunciadores y destinatarios son clasificados exclusivamente a partir de una caracterización política partidaria (las fuerzas de seguridad se acercan al gobierno de Macri) o como consumidores, es decir, ajenos tanto al rol de obrero o de capitalista. Respecto a los comentarios que interpelan a otros comentaristas en Clarín, vemos que en tres casos señalan al interlocutor como oficialista, mientras que en cuatro lo construyen como opositor político. De este modo, las respuestas entre comentaristas colocan a la persona que interpelan dentro de una polarización explícita: a favor o en contra del gobierno, como puede verse en los ejemplos a continuación:
13. Roberto Arlt TENIAS QUE SER TROSKO.... (Clarín)
14. solidaridadya2 solidaridadya2 Uds. votaron a esto nazis... gracias! (Clarín)
En cuanto a los comentarios de Perfil, si bien tanto el enunciador como el destinatario son clasificados en algunos casos a partir del conflicto entre empresarios y trabajadores, predomina, al igual que en Clarín, la lectura en clave política que reproduce la polarización señalada anteriormente, en particular cuando se trata de oponerse al punto de vista de otro comentarista y descalificarlo. Sobre el total de diecisiete comentarios que interpelan utilizando la segunda persona, siete tratan al otro de oficialista (“troll de Peña”, “saqueador del pueblo”, “delincuente”) mientras que otros siete acusan al interlocutor de formar parte de la oposición política, ya sea asociándolo al kirchnerismo o al trotskismo (“sorete Kkista”, “peronchista troskista”). Así lo vemos en los ejemplos 15 y 16:
15.Oscar: José García jajajajjaa...prepara el ogt, despues de octubre, se abre la temporada de caza, sorete Kkista...!!! (Perfil)
16.Carlos: Luis Valenzuela ttrooool de Peña búscate un laburo decente (Perfil)
Este nivel de análisis nos permitió observar que la mayoría de los comentaristas no problematizan lo sucedido, ni debaten soluciones, ni adoptan la posición de alguno de los actores tematizados en las crónicas periodísticas. Como vimos, el destinatario es interpelado a través de la polémica, constituyéndoselo como un contradestinatario (Verón, 1987), por lo que, especularmente, el enunciador se presenta de la vereda opuesta. El recurso privilegiado por los comentaristas, entonces, es señalar un adversario para ubicarse en la polémica, reinterpretando lo sucedido en términos de política nacional y reemplazando la oposición trabajadores/empresarios propuesta por las crónicas por la polarización entre oficialistas u opositores, más específicamente entre oficialismo y kirchnerismo.
2.3 Las escenas discursivas
En los apartados anteriores, pudimos observar que tanto los comentaristas del diario Clarín como los de Perfil otorgan un gran protagonismo a dos actores sociales que, como vimos en el apartado 2.1.1, tenían una participación escasa o directamente nula en las crónicas: el oficialismo actual en la Argentina, encarnado en la figura del Presidente Macri, y la oposición, representado fundamentalmente por el kirchnerismo. Sin embargo, esta aparente innovación por parte de los comentaristas reproduce la lógica polarizada impuesta en las notas, pero ya no en términos legales (policías-ocupantes) o económicos (empresarios-trabajadores), sino que el enfrentamiento, en esta sección, es político: macrismo-kirchnerismo.
Si bien la lectura en clave electoral atribuida al cierre de la fábrica no es presentada de manera explícita en las crónicas, en ambos diarios encontramos elementos que nos permiten plantear que estos sentidos ya estaban presentes allí. Por un lado, tanto en uno como en otro medio aparece mencionado el oficialismo (bajo la forma de la figura de Macri, de la gobernadora de la Provincia Vidal o como el Gobierno de la Provincia) y, por el otro, en el caso particular de Clarín, la alta frecuencia de aparición de los políticos de izquierda -actor que en principio es ajeno al conflicto- induce a los lectores a realizar inferencias que exceden el caso puntual de PepsiCo. La presencia de estos contenidos habilita un campo de efectos de sentidos contrapuestos, que valoran el evento o bien como un boicot organizado por los opositores al gobierno, o bien como un ejemplo más de una política de despidos que caracterizaría al gobierno de Macri. Tanto una como otra interpretación está sustentada en el mismo razonamiento que incluye a empresarios, fuerzas de seguridad y oficialismo en un mismo grupo, y a trabajadores, manifestantes y opositores en otro, si bien los valores atribuidos a estos signos son antagónicos entre una y otra posición.
Podemos observar, de esta manera, que a pesar de que la interpretación política del hecho estaba ausente en la superficie textual de las crónicas, aparecía de forma implícita bajo la forma del sobreentendido (Ducrot, 2001), efecto derivado a partir de la coyuntura electoral en la que se enmarcó el conflicto. La polarización establecida en las crónicas según el criterio legal o económico es reproducida en los comentarios en términos políticos, efecto de sentido que no es impuesto por los comentaristas, sino que responde a las categorías establecidas anteriormente por los diarios.
3. Consideraciones finales
En este artículo propusimos un trabajo exploratorio que, con herramientas del Análisis del Discurso, indagara sobre el carácter supuestamente democratizador que traerían aparejado las nuevas tecnologías en cuanto a la producción y circulación de sentidos a nivel social. Nos centramos específicamente en la relación entre dos crónicas de dos diarios online y sus respectivos comentarios.
A partir del análisis de las notas publicadas el día 13 de julio de 2017 en los diarios Clarín y Perfil, en relación con el desalojo de la fábrica de PepsiCo, y los posteriores comentarios de los lectores, observamos que, desde una perspectiva textual, aparecen en los comentarios contenidos que están ausentes en las crónicas. A su vez, la diversidad de imágenes construidas por los comentaristas, tanto de sí mismos como de sus destinatarios, les permite configurar dispositivos de enunciación variados, fenómeno que en las crónicas periodísticas no es posible debido a las restricciones propias del género.
Sin embargo, al analizar los procesos de significación de los comentarios desde un enfoque discursivo, pudimos notar que aquellos sentidos sólo resultan novedosos en la superficie textual. En efecto, la lectura política del conflicto que introducen los comentaristas, que lo presentan como una disputa entre el oficialismo y la oposición, puede divisarse en las crónicas si tomamos en cuenta la red discursiva en la que se integran estos comentarios. De este modo, planteamos que la interpretación establecida por los comentaristas estaba presente en las crónicas de forma subyacente, bajo la polarización policías-manifestantes o empresarios-despedidos. La coyuntura electoral en la que se produce el conflicto carga de valor los signos que circulan en las notas, proceso de significación que no puede explicitar el diario, fundamentalmente debido a los límites de lo decible que impone la pretensión de objetividad que caracteriza la posición de sujeto periodista. La restricción impuesta sobre esta formación discursiva no impide que esos sentidos circulen de forma silenciosa, funcionando, así, como una operación mitigadora que los comentaristas reponen y hacen evidente, pero que ya estaba presente en las escenas discursivas configuradas por los diarios.
Evaluar el carácter democratizador de las nuevas tecnologías exclusivamente por la posibilidad que brindan a nuevos actores sociales de tomar la palabra incurre en el equívoco de concebir el lenguaje como un medio de comunicación transparente y olvida el aspecto inherentemente ideológico que atraviesa todo uso del lenguaje. El acceso a la palabra no es condición suficiente para poner en circulación nuevas opiniones sobre los temas presentes en la agenda pública ni tampoco para imponer nuevos tópicos de discusión.
Excede los límites de este artículo aventurar si las nuevas tecnologías son un paso necesario en el camino hacia la democratización del uso del lenguaje o si, por el contrario, constituyen un mecanismo más de control sobre los sentidos posibles de circulación en una sociedad determinada. Sería necesario continuar la investigación con el análisis de un corpus más amplio, que representara de un modo más acabado la serie discursiva constituida por cada diario en relación con el conflicto de la fábrica de PepsiCo y que permitiera mostrar de forma más elocuente la coyuntura electoral en la que se enmarcó.
Lo observado y propuesto en este artículo permite delinear una serie de interrogantes que pueden desarrollarse en futuras investigaciones, tanto desde el Análisis del Discurso como en la articulación con otras disciplinas.
Dentro de la misma disciplina, por ejemplo, consideramos que sería interesante profundizar nuestro enfoque con los aportes ya realizados por el Análisis Crítico del Discurso (Pardo Abril, 2008, 2013; van Dijk, 2008, 2015). Por otro lado, las herramientas metodológicas que proponemos pueden pensarse como complementarias con trabajos realizados desde otras disciplinas, como la Sociología o las Ciencias de la Comunicación (Castells, 2007; Guallar, 2007; Martin y Torres, 2013).
Para concluir, consideramos que esta perspectiva constituye una vía de entrada para desarrollar análisis de cómo los medios masivos de comunicación regulan la circulación de sentidos posibles a nivel social. En particular, observamos cómo en la sección “comentarios” de los diarios online no se puede hablar aún de una auténtica democratización en el entramado discursivo habilitado por las nuevas tecnologías.
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Las elecciones legislativas de Argentina de 2017 se realizaron el 22 de octubre para elegir diputados y senadores del Congreso de la Nación Argentina. La elección se realizó para renovar un tercio de la Cámara de Senadores para el periodo 2017- 2023 y casi la mitad de la Cámara de Diputados para el periodo 2017-2021. Previamente, el 13 de agosto, se realizaron las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). El plazo para presentar candidaturas a las elecciones primarias venció el día 24 de junio y el 14 de julio se dio inicio a la campaña electoral.
En la versión online del diario Clarín fueron publicadas 26 noticias durante el mes de junio y julio, y en la versión online del diario Perfil se publicaron 28 noticias.
Para más información ver: http://www.totalmedios.com/nota/30839/clarin-la-nacion-e-infobae-los-sitios-de-noticias-mas-visitados-de-la-argentina.
Un año después del lanzamiento del diario Perfil, se conforma el oligopolio Grupo Clarín que incluye no solo al diario (en su versión digital y en papel) sino también otros medios de comunicación (en televisión y radio), operadora de clave, editoriales, productoras de televisión, entre otras empresas. Perfil, en cambio, surge a partir del éxito de la revista Caras, y junto a la revista Noticias (entre otras), forman parte de la Editorial Perfil que dirige Jorge Fontevecchia. A los meses de su lanzamiento, en el marco de la llamada "crisis de 2001", el diario Perfil tuvo que cerrar y fue relanzado recién en el año 2005, con una frecuencia bisemanal. En la actualidad la versión digital es uno de los sitios web de información más visitados de la Argentina (cfr. Marino, Mastrini y Becerra, 2010).
Entendemos como agentes y pacientes implícitos aquellos que, como consecuencia de una transformación, son borrados de la superficie de la cláusula, pero sin embargo pueden ser repuestos a partir del contexto discursivo o conocimiento de mundo.